DURASTANTI, CLAUDIA
La protagonista de esta historia la propia autora se siente extranjera por varios motivos: es hija de padres mudos, lo cual la apartó del mundo «normal»; desciende de una familia de emigrantes que salieron de Italia rumbo a Estados Unidos y nació en Brooklyn, en un país extranjero. Después, cuando con seis años regresó a Italia con su madre al pueblo de la familia, fue extranjera en su país de origen, por no haber nacido allí, y sigue siéndolo cuando decide marcharse a vivir a Londres.
Este es un libro sobre el pasado y el presente; sobre la familia; sobre unos padres de origen humilde que vivieron un matrimonio tormentoso que acabó en divorcio (según la leyenda familiar, la madre había conocido al padre salvándolo de un suicidio); sobre una infancia complicada y una adolescencia solitaria marcada por la literatura; sobre la necesidad de descubrirse a una misma mediante una educación vital y cultural...
Las páginas de este volumen son un mapa de experiencias, emociones, lenguas y también lugares, una geografía definida por cuatro escenarios centrales en la biografía de la autora: Brooklyn, la región de Basilicata, en el sur de Italia, Roma y Londres.
Organizado en breves capítulos agrupados en bloques que llevan como título conceptos de un horóscopo «Familia», «Viajes», «Salud», «Trabajo y dinero», «Amor», el texto se mueve entre la evocación y la reflexión, entre el recuerdo de los padres y el presente de la propia autora. El resultado es un libro íntimo y universal, que logra explicar la vida a través de las palabras.
«El relato de una formación repleta de obstáculos... Como un personaje de Dickens, Claudia pasa de una desventura a otra, manteniendo siempre la curiosidad hacia el mundo y la capacidad de alimentar afectos profundos» (Rai Cultura).
«En parte novela, en parte memorias... Fascina por su carácter híbrido y por su estilo sutil» (Vito de Biasi, Esquire).
«A medio camino entre Natalia Ginzburg y Joan Didion, La extranjera de Claudia Durastanti es su Léxico familiar, en el que las palabras clave son: migración, desarraigo, disfunción, exceso, pero también color, ternura, identidad y determinación» (Francesco Chianese, LIndiependente).